Puso empeño el hombre y consiguió, efectivamente, que los codillos se pudieran comer y además bien.
Como entrada preparó dos, ¡dos! tortillas de patata, vamos la clásica, dicen algunos de los que la degustaron que tenía chorizo, aunque yo ni lo noté ni lo vi.
Confesó que era la primera tortilla, no, la segunda tortilla que hacía en su vida y ¡claro! se notó, pero también pudieron comerse, ya se sabe que cuando uno tiene apetito nada se le pone por delante.
Bueno, ahora sin coña, yo le daría por su voluntad y trabajo un aprobado alto, digamos un seis y si me apuráis un 6,5, pero eso es todo.
Mi punto de vista sobre la tortilla es conocido, las patatas no pueden ser muy grandes, deben tener cebolla caramelizada y el equilibrio huevo-patata-chorizo o lo que sea, debe ser equilibrado, no puede faltar pero tampoco sobrar, parece fácil, pero no lo es en absoluto, un servidor se acuerda de una magnifica tortilla de patata sola que se merendó un buen día en Moreda, en el Ambra y desde entonces ni tan siquiera volvió a comer otra que se le pareciera, incluso en el mismo bar y la misma cocinera.
Probamos el Gran Reserva de LAN y tuvimos y tenemos una gran decepción; no es extraño que se venda el vaso en bares a 2,5€, ya me parece una exageración. El Salaguen escogido ayer le da mil vueltas al Gran Reserva de Lan y el Solaguen no deja de ser un vinin.
El vidio de hoy es un momento de la fantástica interpretación de canciones que a menudo suele acompañar los espirituales habituales, por cierto ayer me preparé un gin-tonic fabuloso, que me prestó "por la vida".
Desde aquí felicitamos a Ángel por su cumpleaños y también, por que no, por la esplendida cena con la que nos obsequió, aunque nos salió por 15€, dos más de los pactados.
Pasamos, que es lo que se persigue, un rato fantástico.
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