domingo, 16 de septiembre de 2012

UN "CLÁSICO" DEL VERANO.VISITA A LLANOS. CASA QUICO

Como estaba previsto llego el día de la clásica visita a Llanos para probar unes "truchines". Acudimos esta vez un buen equipo comandado por Donato quien con su habilidad habitual fue el encargado de proporcionarnos el "pescaíto".
A tal evento nos apuntamos Ángel, Rafa, Pepe Primu, Felix y el que suscribe. Planeamos el viaje para que fuera de auténtico placer. Bus a Felechosa, vuelta al pueblu y sidrina o aperitivo, vinín o vermout, visita al Rápido, ¡como a cambiado!, el Parador, Casa Manolo y alguno más para "hacer boca".






Se ve en la primera foto la llegada a Felechosa y la discusión, como no, de Ángel con el conductor por no querer este "partir" nuestro billete de vuelta hasta casa Quico.
Dimos una "vueltina" y pronto se encendieron los ánimos por que no se veía, no se olía dónde se podía empezar el aperitivo, incluso se llegó a decir que un servidor no conocía Felechosa. Después de un paseo se tomo un vinin y cerveza acompañado de un esplendido aperitivo regalo de la casa. Ya se animó el cotarro.
Lo dicho, dimos una vuelta por Felechosa, se jugo a la primitiva por si acaso era nuestro día de fiesta y unos con Donato y otros en Bus nos fuimos para Llanos.
Una animada charla sobre las diferencias entre río y piscifactoría precedió a un buen plato de magnifico chorizo y un caldo Viña Albina Reserva del 2001 que fue, lógicamente, admitido por todos para continuar en mesa.
 Pues nada, manos a la obra fueron casi cuatro "kilinos" de tan apetecible pez
Se habló de todo, incluso se arregló el país y Rafa, que por cuestiones médicas faltó a muchas de nuestras reuniones, se atrevió con un "WisKin". Y hablando de tan popular agua escocesa me viene a la memoria el dicho, lógicamente escoces claro, que dice que "cuando un hombre sepa la medida del whisky que puede tomar se acabaran los médicos".
SE paso un rato agradable e incluso se entonó, unos mejores que otros, unas canciones de la tierra y a las 18:30 se levantó la sesión para coger nuevamente el Bus y acercarnos a Oviedo.
UN servido hizo un magnifico viaje, como conocedor profundo del trayecto se obsequió con un profundo sueño proveniente de sendos gintonic que le sirvieron de postre a tal esplendido almuerzo.
Con el beneplácito de todos, quedamos citados para el año que viene.