Cansado, supongo, de comidas de "medio pelo", de "chapuzas" por cocineros y demás opciones de los miembros del club "viviendo la buena vida", en un arranque de fantasía nos prometió "la mejor lengua del mundo", guisada claro, no vayan ustedes a pensar mal.
Antes de nada desde aquí un afectuoso saludo a un miembro extraordinario del club que ha sufrido un pequeño, afortunadamente, percance en su salud; desde aquí Rafa un fuerte abrazo y el deseo de que puedas incorporarte pronto, con todas las previsiones del mundo, a estas pequeñas pero amenas reuniones, para ti pescaito fresco a la plancha y un solo vaso de buen vino, eso no puede hacer daño a nadie. Un solo vaso he dicho.
Pues bien, nos encontramos con la situación siguiente: Ángel nunca ha cogido un tenedor si no ha sido para comer y un cuchillo si no es para cortar una buena chuletona o un excelente solomillo, así que "la lengua" tuvo inmediatamente sus comentarios jocosos.
Llegó el día de la cena y, efectivamente, llego nuestro amigo con "su" lengua, lo bueno del caso es que la traía preparada, solo fue preciso calentarla, y sabía muy bien, quizá, quizá, un poco emborrachada de cognac, pero tierna, en su punto.
Inmediatamente se juzgó a su esposa, lógicamente, y por unanimidad se le concedió, siempre hay tíos con mala leche, un notable muy alto. Un servidor dice que si falló algo fue el calentamiento que fue realizado por Ángel.
Bueno amigos, después de las vacaciones se hará una "fiestorra" de bienvenidos. Que paséis todos unas excelentes vacaciones.
