Pues si, me llego el turno, después de más de tres meses de no acudir con los amigos al Rinconin, el miércoles último empecé a "tomar tierra" y desde luego me "presto" mucho tomar el pulso, aunque a dieta y abstemio de las cenas de siempre.
Me tocó cocinar y en las fotografías se puede observar el número de ayudantes que tenía, todos con intenciones eso si, pero nada más que eso, incluso alguno se puso un mandil, no se porqué, sería para hacer juego con el entorno.
Bien, de aperitivo puse a los muchachos una tortilla de patata que, según entiendo yo, salió bastante buena, acompañada por unos pimientos fritos que estaban francamente bien. No quedó nada y es que "los muchachos" son muy, pero que muy agradecidos.
De plato "fuerte" y para seguir el régimen, mío claro está, preparé un "arrocin" con verdura que tuve que ampliar por la incorporación inesperada de dos comensales. Somos así y nadie nos podrá cambiar, lo bueno del caso, es que nadie protesta si está bien o mal y si es poca o mucha la cantidad; lo importante es pasar un buen rato todos juntos.
No hubo política y ni una discusión, el ambiente esta un poco, ¿cómo decirlo?, tristón y eso hay que remediarlo.
Se aproximan las vacaciones, así que el próximo miércoles, calculo yo, que será el último de la temporada, al menos con toda o la mayor parte de la tertulia.
Carlinos ha tenido un respiro, se lo merece, pero el próximo día le tocará a él y a su ya clásico pez al horno, mi pierna ha aguantado, pero no todo lo bien que yo hubiese querido y es que por nada se pasa uno dos horas de pié en la cocina y eso, amigos, para llevar poco, muy poco más de un mes operado, se nota.
Ya tengo ganas de comprobar in situ los adelantos cocineros de mi buen amigo. Les mantendré informados puntualmente; si algo sale mal, que no tiene porqué, es debido al antiquísimo horno que tenemos. Seguro.
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