Con ganas de abrir nuevos horizontes y cambiar un poco las zonas de merienda iniciamos una "expedición" a la parte alta de Oviedo, hacia el entorno de Las Dominicas.
Fue, a mi entender, buena la idea, tomamos unos vininos antes en Casa Floro, para nosotros, In vino Veritas, Cafeteria San Francisco y demás y recordamos nuestras aventuras por la zona.
El "bar" escogido para la cena fue El Grano de Oro, en el que en otros tiempos, hace mucho ya, impartí clases de mus y de tute, hoy desgraciadamente, no hay contarios de categoria y muy pocos bares donde uno se pueda explayar.
De entrante nos cepillamos una estupenda tortilla de bacalao, hecha en un momento, mientras acabábamos unos pinchos con un caldo de la mancha.
Buena estaba la tortilla y de ella no quedó ni la muestra, después, nos trituramos unos muy buenos callos, ya sabéis que soy "repunante" y mucho con los callos y estos estaban bastante bien, aunque, siempre hay un aunque, para mi tenían dos defectos, deberían picar un poco más y tener menos jamón y morro y pata. A mi me gusta encontrar el callo callo y no un montón de acompañamiento.
Pero bueno, estuvieron bien y abundantes y a todos les pareció bien.
Avelino y Ángel, que está a régimen, tomaron hasta postre y por parte de Carlinos y un servidor nos servimos de un gin tonic para cerrar la noche.
No estuvo mal, luego bajamos andando hasta La Renfe en una buena noche, charlando de nuestras vidas y experiencias.
Un buen día.
Un abrazo amigos
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