El "núcleo duro" de la pandilla se reunió, como es habitual, para la merienda del miércoles día 8.
Fuimos llegando a cuentagotas al sitio habitual de reunión "inicial" que no es otro que la Taberna de Avelino.
Tomando unos "vininos" se empezó a gestar el sitio para la merienda, como siempre hubo sugerencias de todos los gustos, lugares y "manduca".
Habíamos quedado que cada semana sería uno el encargado de gestionar el sitio para la merienda, solo se a cumplido un par de veces y yo ya desisto de poner orden en tal variada y variopinta gente, es inútil.
Pues bien, después de la consabida discusión, siempre en términos amigables y con buen sentido del humor y después de barajar varias alternativas, nos decidimos por "El Leones" y allí nos encaminamos, repetíamos sitio, allí siempre nos trataron bien y las "viandas" que se de lo que se trata, siempre superaros el aprobado.
A la hora de elegir "la comanda", nos decantamos por pedir varias raciones y "compartir"; un servidor aceptó la sugerencias pero "ordenó" una media ración de callos para su "coleto".
Hubo más de callos, hígado encebollado, pollo al ajillo y guisado y pulpo, todo estaba muy bueno y prueba de ello es que se agotó, cosa que no es fácil teniendo en cuenta el tamaño de las raciones.
Los callos, mi debilidad, estaban buenos, para mi gusto les faltaba un poco de "alegría" aunque ya se sabe, ahora todo el mundo pretende ser eterno y se cuida en demasía, las patatinas de sartén y bien fritas y ya se sabe el trato, la amabilidad y el buen hacer siempre muy bueno.
El Caldo fue, después de una acalorada discusión, de la casa, que está pasable, no es para tirar voladores pero es superior a la media de los cosecheros de la zona, y los postres fueron variados, a un servidor le falto el milhojas, no había, pero me conformé con un buen helado.
Después, como también es habitual, los espirituosos, yo me bebí un excelente gin tonic de beefiteer que me ayudo a cerrar la noche.
Y como uno está en "modo de cuidado" me levante de la mesa más pronto de lo habitual, dejando a mis amigos planificando el desarme que por votación rigurosa resultó, después de la merienda, elegido El Leones, pues bien amigos ya les contaré, hoy me dicen que estaremos prácticamente toda "la manada" se llevan apuntados 17 comensales, glorioso día de almuerzo, mus, tute y canto.
Un amigo me comentaba hace poco la posibilidad de volver al Rinconin después de unos cambios en la dirección del mismo. No lo contemplamos, aunque la filosofía del Rinconin nos gusta, estamos saboreando nuevamente la "incertidumbre" de salir a merendar a los diferentes sitios de la ciudad; por otra parte nuestra marcha no fue causada por nadie en particular, si no por un conjunto de circunstancias varias e indefinidas, dejemoslo así.
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