Dicho y hecho. Nos desplazamos al lugar con una buen amigo para degustar, en el día del cumpleaños de Donato, unos callos y un hígado encebollado realmente bueno.
El paisaje estupendo, el paisanaje encantador y el almuerzo realmente sorprendente.
De aquella visita, de la que desgraciadamente no tengo documentación, salió la presente. Otro buen amigo Ángel, perteneciente a la antigua peña del Rinconín, tomó buena nota e insistió en conocer la zona, en recuerdos de otros tiempos de jugador de fútbol en la que acudió a Nembra a jugar aquellos partido épicos contra el Río Negro comandado por Japo y siendo Presidente el famoso sastre de la zona.
Llegamos y, como no podía ser de otra manera, dimos buena cuenta del hígado encebollado, para mi excelente y de unos muy buenos callos. La comida de siempre y la única disponible en casa Emilia experta en estos platos.
Borrachin extraordinario y frisuelos fueron el postre. Una buena charla, unas muy buenas anécdotas de tiempos pasados y un buen paseo por la zona. En resumen un día agradable en el que se comentó la posibilidad de repetición. Que no quede en el olvido.
Un buen día con unos buenos amigos.
Un abrazo.
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